domingo, 28 de marzo de 2010

Estaba intentando dormir, y cuando digo intentando realmente lo digo, y de tan aburrida que estaba me puse a pensar. Me acordé de esos días en los que le preguntaba a mi mamá si me dejaba hacer "esto" o "aquello" y no me dejaba, no me daba permiso. ¡Esos eran buenos tiempos! Ahora ni siquiera le tengo que preguntar. Ahora si quiero hacer algo le digo: "Má, hoy voy a..." y ya no espero ese "No" como antes, porque sé que no me ve más como una nena y eso me molesta. Sigo siendo una nena, sigo siendo chica, ¡quiero que mi mamá me vuelva a decir que no! Quiero tener que rogarle que me deje hacer tal o cual cosa. Eso le ponía emoción al asunto, porque en estos días salir o no me da exactamente lo mismo. Al final termino divirtiéndome más en mi casa con una peli que saliendo a bailar. Para qué gastar $40 si con $17 me alcanza para divertirme lo suficiente un fin de semana. Pero lamentablemente no voy a ser la nena de 12 años toda la vida... Ya voy rumbo a mis 17 y los espero, sin ganas pero los espero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Laisser un commentaire